Una masiva marcha nacional buscó ponerle un límite al plan motosierra universitaria del Gobierno

La marcha universitaria realizada este martes en el centro de Buenos Aires y en otras ciudades importantes de Argentina fue significativamente masiva y generó preocupaciones dentro del gobierno libertario. A pesar de la diversidad de participantes y sectores, la manifestación tuvo como objetivo principal frenar los recortes en la educación pública promovidos por el gobierno.

El presidente Javier Milei se retiró de la Casa Rosada antes de que la marcha llegará a Plaza de Mayo, después de haber replicado comentarios en redes sociales que intentaban desacreditar la protesta. Hubo cierta ambigüedad sobre si al gobierno le preocupaba la manifestación en sí o no.

Aunque el vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó que el tema presupuestario estaba resuelto, la masividad de la movilización evidencio lo contrario. Incluso se presentó un pedido de juicio político contra Milei.

A pesar de las discrepancias ideológicas entre los participantes, la marcha reflejó una preocupación genuina por la defensa de la educación pública. Se plantean discusiones sobre la gestión de los recursos universitarios y la posibilidad de arancelar el acceso para extranjeros no residentes.

La marcha envió un claro mensaje de resistencia al gobierno respecto a los recortes en educación, destacando la importancia de la educación pública como un pilar fundamental para la movilidad social ascendente en Argentina.

El gobierno debería reflexionar sobre las señales emitidas por la marcha antes de tomar medidas adicionales. La tentativa de recortes en universidades generó una respuesta contundente de la sociedad, lo que debería alertar al gobierno sobre la importancia de la educación pública en el país.