CULTURA
Bangkok y los coffee shops más volados del Sudeste Asiático
La capital de Tailandia se caracteriza por una impresionante inmersión de contrastes, desde rascacielos de lujo a callejones suburbanos de lo más rancio.
11/10/2025

Por Seba Ramallo

La capital de Tailandia se caracteriza por una impresionante inmersión de contrastes, desde rascacielos de lujo a callejones suburbanos de lo más rancio. Esta Capital Mundial de los Pecados fluctúa entre la filosofía budista de vencer a las tentaciones o perderse en lo más oscuro de los deseos banales y cochinos que puedas imaginarte; y más también.
Entre las distintas experiencias que se pueden encontrar, Tailandia se ha convertido en uno de los destinos internacionales que despenalizó la venta de cannabis. En 2022, la capital del país se llenó de coffee shops legales donde se consigue weed de máxima calidad, flores de todo calibre (índica o sativa) y quienes atienden te dan sus recomendaciones cual someliers de pura cepa. Generalmente con la cordial simpatía y amabilidad que caracteriza su ecúmene desde tiempos ancestrales.
Una de las tiendas más famosas es el Thai Cannabis Club en ciudades como Bangkok, Chiang Mai, Pattaya y Koh Chang: dispensarios modernos y prolijos, de staff bilingüe (inglés) y un catálogo con decenas de variedades premium, accesorios y parafernalia. Muchos de estos comercios están abiertos las 24hs.
Eso sí, igual que en Ámsterdam, en estos sitios no se vende alcohol y llamativamente es dificil conseguir semillas para llevarse. Además, desde junio del 2025 se necesita receta médica local para comprar flores con THC de alta concentración. Lo cual no debería hacerte creer que lo que, de hecho, sí se consigue para turistas no pega como piña de Mike Tyson.
Para tener una referencia, 1 gramo de un buen cogollo se paga a unos 300 Bahts tailandeses, algo así como 9 dólares.
Otra cosa a tener en cuenta es que no se puede fumar marihuana en la vía pública como si nada, excepto en lugares específicamente habilitados.
¿SE PUEDE VIAJAR CON FASO?
Dentro del país, sí. Tanto vía terrestre como en vuelos domésticos se puede transportar en cantidades razonables, en su envase original y evitando olores evidentes. Pero olvidate de cruzar fronteras o traficar semillas: te podés comer un garrón que ni Gardel va a aparecer para que le vayas a cantar.
Tailandia se convirtió en el nuevo paraíso “One Love” del Sudeste Asiático: turismo, reggae music y humo del rico flotando en el aire. Como en todas partes cuando uno la juega de visitante, la posta es siempre preguntar, y respetar las reglas y los códigos para volar tranquilo sin comerse un mal viaje.
Si bien Bangkok es un terrible descontrol que va sin frenos, ningunear ciertos detalles pueden hacerte meter en problemas.
A pesar de que estamos lejos tanto en términos geográficos como en términos legales, Argentina podría apoyarse en sumar ejemplos de bases y condiciones de otras partes del mundo para garantizar producción en el cultivo de cannabis, generar puestos de trabajo, plantarse y hacerle pito catalán al narcotráfico que en nuestro país siempre estuvo ligado a las sombras de los pasillos al fondo y a las malditas policías.
Por Seba Ramallo, desde Bangkok