Nicola Di Bari lanza “De vez en cuando”, su homenaje musical a Diego Maradona

Nicola Di Bari estrenó su nueva obra musical, “De vez en cuando”, un homenaje a Diego Armando Maradona que ya circula en plataformas digitales. El tema, compuesto e interpretado junto al tenor Vittorio Grigolo, aborda la infancia humilde de Diego, su relación con “El Barba” y la mezcla de luz, fango y mito que marcó al ídolo argentino. El lanzamiento se inscribe en el regreso discográfico de Di Bari, quien recupera su vínculo con el público latinoamericano a través de un relato cargado de simbolismo.

La canción utiliza imágenes como los “pies descalzos” que mueven el mundo, el “pescador de fango” y el niño que encanta con su juego. En el texto, Maradona aparece como un chico herido por el olvido humano pero iluminado por una fuerza divina que lo acompaña incluso después de la muerte. El cierre del tema plantea una transición hacia la “luz de la eternidad”, reforzando el tono espiritual que caracteriza la propuesta.

“De vez en cuando” forma parte del álbum del mismo nombre y marca una colaboración poco habitual entre Di Bari y Grigolo, quienes buscan unir canción popular y lirismo. El lanzamiento generó atención en nuestro país, donde la figura de Maradona continúa despertando afecto y debate. Tanto el estilo narrativo como la interpretación se apoyan en la mirada afectiva del artista italiano hacia un personaje al que siempre reconoció como fenómeno cultural y emocional.

El tema ya está disponible en plataformas y suma reproducciones impulsadas por seguidores de ambos artistas y por el interés permanente en la figura del Diez.

Letra de “De vez en cuando”

Despertado por un vil sonido

(lloro de libertad)

suspendido del hilo se asoma

entre nubes

y gris soledad…

Sol y miel descubren la sonrisa

entre azul y azul,

así, viendo frutos del fango

encantar

hasta el gris y la luz…

Descalzos pies

que corren moviendo el mundo

de trapo igual...

igual desde el día que fue.

Y “El Barba” ya

se queda enamorado

por ver un juego que

consuela,

y el deseo retrae la red

de un pescador de fango

que sopla un corazón divino…

Luz y miel descubren la sonrisa

de naranja y sol

así, viendo un pibe de oro

y de fango

llevando “Su” corazón…

Descalzos pies,

las olas de todo el mundo,

encanta igual...

igual desde el día que fue.

Y “El Barba” ya

se queda enamorado

por ver su niño que

consuela,

y el deseo se quieta en “Él”,

“el jugador de fango”,

(capricho) una ocasión divina…

Si se acaba el tiempo de las flores

y "su" hoja cae,

pronto un soplo suave de "El Barba"

la lleva a la luz de la eternidad.

Descalzos pies

que están todavía heridos

por olas del...

... del más despiadado olvido

humano que...

que deja llorando a "El Barba"...

... Humano que...

... que no reconoce al niño de la canción.