COLUMNISTAS

El balcón de la entrega y la profanación

La imagen del británico Boris Johnson en el balcón de la Casa Rosada es una bofetada a la soberanía política de nuestro país.

20/10/2024

Por Luis Gotte

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La imagen del británico Boris Johnson en el balcón de la Casa Rosada, un símbolo histórico de la lucha popular y la resistencia peronista, no es solo una postal diplomática. Es una bofetada a la soberanía política de nuestro país, un recordatorio brutal de la sumisión de nuestras clases dirigentes ante los poderes que nos sometieron por décadas. Ese balcón, testigo del fuego apasionado de Eva Perón dirigiéndose a su pueblo, hoy es profanado por la presencia de un personaje que representa lo más crudo del colonialismo contemporáneo.

¿Qué hace ahí un hombre que, en su paso por el poder británico, defendió con uñas y dientes la ocupación de nuestras Islas Malvinas? Esa imagen no es inocente. Es un mensaje al mundo, principalmente a los gringos y al globalismo internacional: "la Argentina sigue siendo parte de su red colonialista". No es casualidad que el ex primer ministro británico, cuyo país saqueó nuestras riquezas, pise ese balcón y observe desde ahí, como un patrón de estancia, a un pueblo que ha sido traicionado una vez más por sus propios dirigentes.

Este no es solo un acto de diplomacia, es un acto de claudicación. La historia nos enseñó, y Perón lo dejó claro, que no podemos permitir que los intereses extranjeros determinen el destino de nuestra Nación. Cada vez que uno de estos personajes pisa nuestro suelo y es recibido con honores, se está permitiendo que el imperialismo vuelva a meter sus garras. No basta con hablar de soberanía en discursos, si luego permitimos estas imágenes que dan vuelta al mundo, mostrando a una Argentina de rodillas, sin independencia política, económica ni social.

El poder simbólico de esta foto es devastador. ¿Cómo explicar que después de la entrega de los noventa, con la venta a precio de remate de nuestras empresas públicas, con las privatizaciones y el endeudamiento criminal, ahora venga un británico y se pare en el mismo balcón desde el cual Perón hablaba de Comunidad Organizada, libre de injerencias extranjeras?

La contradicción es atroz. Pero más atroz es la resignación con la que se acepta este tipo de visitas, como si fueran parte del protocolo, como si no hubiera sangre de patriotas que aún clama justicia.

El Balcón pertenece al pueblo argentino, no a los colonizadores. Esa es la verdad que debemos recordar. Cada vez que uno de estos personajes se para en ese lugar sagrado, es un acto de traición, de entrega. Es la renuncia a la independencia económica que soñamos, a la soberanía política que defendemos, y a la justicia social que merecemos. Esa imagen de Boris Johnson debe indignarnos, debe hacernos reflexionar. No podemos permitir que nuestros símbolos sean profanados por aquellos que nunca buscaron otra cosa que hundirnos.

Hoy más que nunca, debemos levantar las banderas del peronismo, las del Tigre de los Llanos, las de Mansilla en Vuelta de Obligado. Tomemos conciencia del poder simbólico y real de estos gestos, de estos actos. No basta con hablar de soberanía en reuniones, hay que defenderla con cada acción. Porque si permitimos que estos personajes sigan desfilando por nuestros símbolos, si seguimos aceptando la sumisión, estaremos condenando a la Argentina a seguir siendo una colonia, a seguir siendo el patio trasero del imperio. Una granja de la cual alimentarán a sus hijos.

Este hecho, esta imagen, debe ser un punto de inflexión. Basta de rendirle pleitesía a los que nos humillaron. Basta de entregar nuestra dignidad en manos de los saqueadores. Que esta imagen nos sirva como recordatorio de lo que no debemos volver a permitir. Que, desde hoy, cada argentino sepa que no hay espacio para la claudicación. Perón nos lo enseñó: "Primero la Patria, después el movimiento, y por último los hombres".


Luis Gotte

@luisgotte

La trinchera bonaerense