La Tercera posición en el Siglo XXI

El pensamiento del Gral. Juan D. Perón sobre la Tercera Posición sigue siendo de gran relevancia en la actual coyuntura geopolítica, marcada por lo que muchos ya denominan una nueva Guerra Fría. Hoy, el mundo se encuentra dividido entre Occidente, liderado por Gringolandia-OTAN, y el bloque asiático, encabezado por Rusia y China. En este contexto, América Hispana enfrenta el desafío de no verse arrastrada por las ideologías dominantes de estos polos, ya sea el globalismo progresista de Occidente, proyectado tanto por el liberalismo como por la nueva socialdemocracia, o el colectivismo impulsado por el BRICS, ambos intentando subyugar a nuestras naciones bajo sus intereses estratégicos.

La Tercera Posición, tal como la concibió Perón, no debe reducirse a una simple postura centrista o una “tercera vía” entre dos poderes hegemónicos. Debe entenderse como un movimiento superador que rechaza tanto el capitalismo individualista occidental como el autoritarismo colectivista del bloque ruso-chino. Esta propuesta debe garantizar la soberanía nacional, la justicia social y el bienestar de nuestros pueblos. La cuestión crucial es: ¿puede este legado peronista seguir siendo una alternativa válida en el actual reordenamiento global?

Uno de los desafíos más evidentes del S.XXI es el avance del globalismo progresista occidental bajo la fachada de los derechos humanos, la modernización tecnológica, la defensa del medio ambiente. Sin embargo, este modelo representa una nueva forma de imperialismo cultural, que atenta contra las identidades y tradiciones de los pueblos de América Hispana. Perón ya advertía sobre los peligros del imperialismo en su tiempo, y hoy esa advertencia cobra mayor vigencia al ver cómo este globalismo despoja a nuestros países de su soberanía, empobrece nuestras economías y desprecia nuestra cultura nacional.

Por otra parte, el bloque chino-ruso, aunque presentado como una supuesta alternativa al dominio occidental, plantea una amenaza igualmente preocupante. Este modelo promueve regímenes autoritarios y economías controladas por el Estado, limitando las libertades individuales y subordinando a los países más débiles a su órbita de poder.

Perón, en su rechazo tanto del colectivismo como del capitalismo, proponía una Tercera Posición que equilibre la justicia social, la soberanía política y la independencia económica, sin caer en la subordinación a potencias extranjeras. En el presente, tanto el globalismo progresista como el autoritarismo asiático son versiones modernas de las mismas amenazas que Perón combatió. Ambos modelos buscan someter a los países de América Hispana a sus intereses geopolíticos y económicos.

En este contexto, la Tercera Posición del siglo XXI no debe ser concebida simplemente como una postura intermedia, sino como una propuesta superadora. América Hispana necesita reafirmar su independencia y trazar un camino propio que rechace la injerencia de cualquier potencia extranjera. El desafío radica en construir un modelo alternativo al decadente occidente anglosajón, fundamentado en los principios del Occidente Hispano, que valore los principios humanistas y los valores cristianos, y que se centre en el bienestar del ser humano y el fortalecimiento de la organización comunitaria y de los municipios, tal como lo hicieron los Cabildos virreynales. Este enfoque debe resistir la tentación de alinearnos con bloques de poder que buscan utilizarnos como meros peones en su juego geopolítico.

En definitiva, la Tercera Posición sigue siendo una alternativa vigente y absolutamente necesaria para América Hispana. Más que una mera vía de centro o equidistante, debe ser una propuesta superadora que rechace toda forma de subordinación a cualquier bloque de poder. Solo mediante la afirmación de nuestra soberanía y la construcción de un modelo propio, nuestros pueblos podrán alcanzar el bienestar y la justicia social soñada por líderes históricos como José Gervasio Artigas, Emiliano Zapata, Augusto Sandino, José Martí, Eliecer Gaitán, Gualberto Villarroel, Lázaro Cárdenas, Getúlio Vargas, Víctor Raúl Haya de la Torre…el propio Juan D. Perón.

Luis Gotte

@luisgotte

La trinchera bonaerense