COLUMNISTAS
El castellano y la soberanía cultural
Reflexiones desde la Conferencia de Alberto Buela
05/04/2025
Por Luis Gotte

El sábado 29 de marzo estuvimos junto a mi sobrina, que está dando sus primeros pasos en el peronismo, en la conferencia de nuestro filósofo Alberto Buela en Mar del Plata. Intentar plasmar en palabras la experiencia de escucharlo es un desafío, porque nunca se logra describir con precisión el impacto de su presencia y su pensamiento. Buela es un Maestro, un sabio, de profundas ideas y reflexiones que nos invitan a repensar nuestra identidad y nuestra cultura.
En su disertación, abordó un tema fundamental: el idioma castellano, mal llamado español. Explicó con contundencia que el castellano es, en realidad, el primer idioma más hablado del mundo, superando al mandarín y al inglés cuando se considera su dispersión geográfica y su uso en distintos ámbitos. Destacó que la lengua es un pilar esencial para la soberanía de una nación, ya que actúa como un instrumento de desarrollo, de organización y de unidad nacional.
La defensa del idioma propio es también una defensa de nuestra historia, de nuestra cosmovisión y de nuestra identidad cultural. En un mundo globalizado, donde la hegemonía anglosajona intenta imponer sus valores y su lógica, reafirmar la importancia del castellano es un acto de resistencia y afirmación nacional. Como señaló Buela, la lengua no es solo un medio de comunicación, sino un vehículo de pensamiento, un reflejo de la realidad de los pueblos y un factor determinante en la construcción del destino común.
Desde el peronismo, esta reflexión se vuelve aún más trascendental, ya que la soberanía política y la independencia económica no pueden desligarse de la soberanía cultural. Sin una lengua fuerte y arraigada en la conciencia popular, cualquier proyecto de nación corre el riesgo de diluirse en una dependencia ideológica foránea.
El encuentro con Buela dejó en claro que la batalla cultural es, en esencia, una batalla por la palabra, por el significado y por la defensa de lo propio. En tiempos donde el relativismo amenaza con desdibujar las identidades nacionales, recuperar la conciencia sobre nuestro idioma es un paso fundamental para reconstruir la Argentina desde sus raíces más profundas.